¿Se puede?¡Buenas días a tod@s ! ¿Me dejáis pasar a vuestro salón virtual particular? ¿Si? Gracias. Realmente confortable.
¿Sentarnos? De acuerdo. Envueltos en la luz que despide las velas resultará agradable la conversación.
Por cierto, alguno@s aquí, habláis de las cosas sencillas en la vida y como debemos disfrutar de estas, así que aprovecharé para contaros, como esta semana, se llenó de cosas sencillas y por simples y cotidianas maravillosas.
¿Una café? Si, gracias
¿Vosotros bien? Precioso día ¿verdad?
Hoy, me he paseado por aquí. Me gusta leer como, la vida va llenando de momentos, las horas de los que estamos aquí, para a veces, de una manera subliminal, entre los escritos de unos y otros, expandir a través de éste espacio, ese espíritu de positividad y compañía que tanto se necesita en esta sociedad donde la soledad interior es la enfermedad más extendida entre los humanos.
¿Qué vosotros lo veis a diario a través de los escritos? Si claro, son muchos los años meses, que muchos lleváis aquí, prestándonos vuestras cosas. Animando a esa personas que buscan en vosotros, ese saludo amable, esa risa cariñosa, la inestimable paciencia de quien le gusta leer y apoyar, el admirable tesón de quien ama el mundo de la comunicación virtual y ve en el algo más que la compensación económica, por hacer estas cosas. Nadie lo duda ¿verdad? ¡Seguro! Y si lo hicieran... sólo sería su problema
¿Qué a veces es difícil? Cierto. No siempre es fácil hacer en esta vida lo que a uno le gusta, incluso cuando puede ser o no comprendido. No es fácil, ¡No! No debe serlo, para algunos por falta de tiempo o quizá porque a veces las conversaciones virtuales, puedan resultar rutinarias, repetitivas… las razones faltas de lógicas, los motivos inexplicablemente irrazonables, pero... ¡Así es la vida! Así es tu vuestra vida, mi vida. Aquella que cada cual elegimos y deseamos, siempre y cuando consentimos en ella. ¡Así es el mundo de la comunicación! Sentimientos, compañía, compartir... incluso en ocasiones, por suerte, esa mano amiga invisible que hace que el corazón de un vuelco de noventa grados al leer las palabras, metafóricamente, dichas al viento, sin destino concreto, pero con una meta definida... ¡Esto es así, para aquellos que creemos en la comunicación! ¡¡Porque los hay!! Es tanta la magnitud de su creencia en ella, en ese mundo de sueños al cual se escapan a veces huyendo de monótonas realidades, que ocurre que, vosotr@s, los amig@s, que nos leéis, y escribís, con verdadera sinceridad, os convertís para según que persona…en ese hijo que te escucha, ese amigo que te apoya, ese hombre que murmura palabras tiernas, esa persona ideal que acompañada por la tranquilidad del momento, el bullicio del día, llena estos de escritos amables, saludos entrañables, y melodías eternas. Ese espacio, para acallar durante unos minutos, los sonidos del vacío, con sensaciones de vida y esperanza en los humanos. ¿Incomprensible? Si, ¿por qué no? ¡Cosas más incomprensibles existen en la vida! ¿Qué mal hay en ello! Poco a poco se va descubriendo que a veces lo más incomprensible puede resultar lo más enriquecedor que podías imaginar. Al fin y al cabo, ¿quién no sueña de vez en cuando con ser querido y tener un millón de amigos aunque sean sólo virtualmente a través de un Blogs?
¿Qué me pierdo? Que hablábamos de cosas sencillas... Cierto, hablábamos de cosas sencilla, pero, no me pierdo, es la sencillez lo que permite que la magia de la comunicación funcione. La sencillez de un ¡Buenas noches! un ¿Qué tal estas? un, ¡Tú puedes! La sencillez de una fotos entrañables, unos videos motivadores. La sencillez de unas melodías cargadas de palabras de amor. La maravillosa sencillez de una compañía que sólo cuesta un sincero ¡creo en ti! en el pensamiento
Alguien me dijo una vez, en otro espacio donde compartía: ¨ En esos sitios, sólo sois esas maruj@ss a las cuales se les puede engañar, haciéndoles soñar o llorar, según convenga, manipulando vuestros sentimientos para llenar unas páginas, en un espacio más... ¡Qué ingenua eres!
¿Ingenua? ¡No¡ Ahora se que no. Entonces dolió, ¡No sabéis cuanto! No podéis imaginar cuanto pueden dolor produce ciertos comentarios, cuanto dolor puede causar las palabras dichas sin pensar, cuanta tristeza puede aporta las verdades de los demás, a veces. Yo amaba y amo la comunicación. Creo en ella a pesar de todo y de todos. ¡No era ingenua! ¡No soy ingenua! Era y soy sincera. El ingenuo, era la persona que me lo dijo. ¿Sabéis por qué? Porque el engañado era él. Trabajaba en un medio de comunicación. Creía engañar a todo el mundo y que los demás, todos los demás, engañaban a su vez. Pero, no hay engaño cuando alguien, se llena de paz durante unos minutos al ser saludado, entendido, ¡Eso es real!, para el que lee las reacciones de los demás ante los problemas, y le sirve para pensar un poco en si mismo...¡Eso es real! al que la lectura de este Blogs, le sirve de compañía durante dos horas, si está solo...¡Eso es real!... ¡Cuando la comunicación se humaniza en un espacio virtual… ¡¡Es real!!
Son esos que utilizan la comunicación, pensando en engañar a otros, porque se crean dominantes y señores de esta, quienes están engañados, sin darse cuenta de que en realidad, sólo son, meros intermediarios que sirven como vehículos que hacen posible el milagro de la magia del compartir.
Esa es la sencillez de la vida, de todos vosotr@s, de este Blogs y otros de similar condición... ¡La sencillez y el valor de la humanidad que existe en aquellos que creéis en esto!
Y esta, es mi sencilla carta, que nace al amparo de un chaparrón de agua, que contemplo acompañada de una pequeñas de cuatro años, a las ocho quince de la mañana de un día lluvioso, una pequeña que pregunta a raíz de un comentario mío: ¿Ves? Son como pequeñas perlitas de cristal, ¡como las de tu pulsera!, pero de agua, que al llegar al suelo se rompen. ¿perlitas de agua? ¡Déjame coger una!
¡Así de sencillo! Creyó mis palabras y sus ojitos se iluminaron con el brillo de quien con la sencillez que da la ignorancia confía en los demás.
Pero esa es otra historia, la conversación se ha alargado. Prometo volver otro día y contárosla. Hoy terminé mi café. Tengo que dejaros. Os deseo un feliz día y os dejo en vuestro salón virtual.¡ Me gusta! Cálido, agradable y sencillo, como cálidas, agradables y sencillas, son las personas que te visitan este.
Seguir recibiéndolas con la sencillez que da el calor humano, que hace posible que ellos y yo, creamos en la comunicación, en vosotr@s, en quienes estáis detrás de cada página
Espero que cada ve vuestro salón, se llene de palabras escritas, impregnadas de esa sencillez que aporta la fe en los demás.
Yo, creí perderla un día, pero sólo estaba guardada, meditando, aprendiendo... ya despertó. Hoy sigue creyendo en el maravilloso mundo de la comunicación y ha aprendido, que el valor que tienes las cosas, las personas, no sólo es el que le damos nosotros, sino aquel que hace posible que los demás, tomen de ellas, ellos, lo más enriquecedor que poseen.
Besos a todos: Annia
